Cómo hacer esquejes de las plantas que nos gustan.
Hacer esquejes es una técnica muy sencilla que todo aficionado a las plantas debería conocer desde el principio.
Es básico conocer que las plantas, además de la reproducción sexual (mediante semilla), tienen la capacidad de reproducirse de forma vegetativa (mediante esqueje) . ¿Qué quiere decir esto? Pues que podemos “clonar” la planta que más nos guste a partir de un trozo de tallo, de rizomas o estolones, entre otros.
En los viveros, desde siempre, se han practicado esquejes y otros métodos de reproducción asexual para la multiplicación de las plantas. La intención es conseguir ejemplares idénticos a la planta madre preservando así las características deseadas… algo imposible de lograr mediante semilla. Cultivar a partir de esquejes tiene sentido si disponemos de una genética interesante, una planta madre seleccionada por tener unas cualidades superiores a la media.
Para que el porcentaje de esquejes enraizados sea máximo y no se pierda casi ninguno, tan solo hay que ser un poco curioso y limpio a la hora de trabajar.
Antes de cortar esquejes debemos asegurarnos que la planta madre esté bien regada, de esta manera los brotes que vamos a cortar estarán bien hidratados. Un esqueje recién hecho, al carecer de raíz, no puede absorber agua directamente. Por esto es imprescindible que esté perfectamente hidratado antes de cortarlo. Lo ideal es regar la planta madre 24 horas antes de hacer los esquejes.
La planta madre requiere cuidados similares a una planta normal en fase de crecimiento vegetativo. Podemos usar cualquier abono de crecimiento para nuestra madre, tanto mineral como orgánico. Un fertilizante como "Crecimiento" de Flower Power Fertilizantes© provocará que crezcan gran número de brotes de forma contínua.
También podemos usar un buen suplemento para que la planta no tenga ninguna carencia o ante situaciones de stress como una poda masiva. Para este cometido los profesionales utilizan productos de alta gama como "Foliar" de Flower Power Fertilizantes©, que con su amplia gama de elementos evita la aparición de carencias. Basta con añadir en agua de calidad y aplicar en las hojas con un pulverizador.
Para que los esquejes enraizen bien, la planta debe estar fertilizada en su justa medida, ni mucho, ni poco. Si ya estamos seguros de haber regado bien la planta y de que esté bien fertilizada, ahora es el momento de que procedamos a cortar brotes de la madre. Intentaremos dejar pasar al menos diez días cada vez que saquemos clones de un planta madre. Después de la poda, la regamos con el fertilizante "Crecimiento" de Flower Power Fertilizantes© para favorecer la aparición de nuevos brotes.
Para que un brote se convierta en esqueje necesita unas condiciones, por eso hay que pensar un par de cosas antes de cortarlo…
La parte aérea del esqueje tendrá al menos tres nudos a partir de donde crecer. Estos nudos se convertirán en brotes nuevos cuando el esqueje haya enraizado.
La parte subterránea debe tener al menos un nudo a partir del cual se formarán las primeras raíces. Aunque también se desarrollan raíces directamente de un corte en el tallo, dejar un nudo bajo tierra incrementa las posibilidades de enraizar. Para acelerar el enraizamiento es necesario mantener la humedad del aire muy alta y el sustrato un poco seco, pero no demasiado. Los esquejes necesitan temperaturas suaves y humedad para generar las raíces antes de deshidratarse. Al cabo de unos diez días saldrán las primeras raíces y en unas dos o tres semanas el esqueje estará listo para trasplantar. Para favorecer el desarrollo radicular, podemos añadir al agua de riego el estimuladores de raíces "Inicio" de Flower Power Fertilizantes©. Una vez que trasplantamos los esquejes, seguiremos regando con agua y estimuladores de raiz, para llenar la pequeña maceta de masa radicular.
Como ve, hacer esquejes es una manera muy sencilla y económicpa de conseguir nuevas plantas. Espero que este artículo le haya sido de utilidad y sirva para animarle a intentarlo.