LA IMPORTANCIA DE UNAS RAÍCES SANAS
Aunque otras partes de la planta son fundamentales para su crecimiento, unas raíces fuertes y saludables desempeñan un papel especialmente importante en la salud de tu marihuana. Al fin y al cabo, las plantas utilizan las raíces para obtener agua, fertilizantes y oxígeno, que son sustancias esenciales para su desarrollo. Pero eso no es lo único que hacen:
- las raíces son el principal medio por el que las plantas absorben agua.
- Las plantas obtienen la mayoría de nutrientes a través de las raíces.
- Las raíces también almacenan el exceso de alimento para usarlo en el futuro.
- El sistema radicular fija las plantas al suelo y las estabiliza.
- Las raíces producen unas hormonas llamadas citoquininas que favorecen la división celular (es decir, promueven el crecimiento) y regulan el desarrollo de los cogollos axilares y la dominancia apical.
- Las raíces pueden formar una relación mutuamente favorable con bacterias beneficiosas y micorrizas, unos hongos que mejoran la absorción de nutrientes.
SÍNTOMAS DE PROBLEMAS RELACIONADOS CON LAS RAÍCES
Aunque tomes las precauciones necesarias, cuando cultivas cannabis pueden surgir problemas en las raíces; y el hecho de que no puedas verlos, no ayuda.
Dicho esto, hay varios síntomas que podrían darte una indicación del estado de salud de tus raíces. Dado que las raíces son un elemento esencial que afecta a numerosos aspectos del crecimiento, estas señales pueden manifestarse de muchas formas distintas.
- Hojas amarillas
- Hojas curvadas
- Hojas quebradizas
- Manchas marrones en las hojas
- Bordes quemados
- Pérdida de hojas
- Crecimiento lento
- Dificultades para absorber agua
Ninguno de estos síntomas por sí solos son una señal de que existe un problema en las raíces. Podrían deberse a una escazes de nutrientes, al exceso o falta de riego, a una plaga, etc. Pero con un simple proceso de eliminación, podrás descartar los factores menos probables y comprobar que son las raíces las que están sufriendo.
Además, si las raíces de tu marihuana se ven afectadas por diferentes problemas graves, la planta entera podría mostrar un aspecto débil y enfermizo y presentar varios de los síntomas anteriores a la vez. Esto puede ser la confirmación de que, en efecto, tienes un problema con las raíces.
MOTIVOS FRECUENTES DE LOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON LAS RAÍCES (Y CÓMO RESOLVERLOS)
Veamos algunos de los motivos más frecuentes de los problemas de las raíces del cannabis, y qué puedes hacer para mitigarlos.
EXCESO O FALTA DE RIEGO
El exceso de riego es uno de los errores más habituales cuando se cultiva marihuana. Genera muchos inconvenientes, desde problemas de raíces (pudrición de la raíz) hasta dificultades en la absorción de nutrientes e infestaciones de hongos y plagas.
Si crees que el exceso o la falta de riego podrían ser la causa del problema, deberás reconsiderar tu programa y volumen de riego (la cantidad administrada). Mientras que una falta de riego grave puede hacer estragos en las raíces, los riesgos de regar en exceso son mucho peores. Por eso, tendrás que esperar hasta que la tierra de tus macetas esté seca para regar de nuevo. Sabrás cuándo hacerlo introduciendo un dedo en el suelo; si sale seco, es hora de regar. Si sientes algo de humedad, espera un poco.
Una buena forma de determinar el estado de tus plantas es levantar las macetas. Si pesan mucho, es que todavía tienen bastante agua. Si se sienten mucho más ligeras, es probable que estén listas para un buen remojo. Aunque no hay que regar las plantas con demasiada frecuencia, es importante saturar bien el sustrato cada vez que lo hagas, dejando que se evacúe un 25% o más de agua por la parte inferior del tiesto. A continuación, deja que el suelo se seque completamente antes de volver a regar.
Otro consejo: riega en función de la edad y el tamaño de tus plantas. Una planta pequeña (autoflorecientes, plántulas, etc.) necesitará mucha menos agua que una planta madura. Utiliza macetas de tamaño adecuado y el sentido común para identificar las necesidades concretas de tu marihuana.
Y asegúrate de que las macetas tengan orificios en el fondo para que se produzca un drenaje adecuado. Pon platillos debajo para recoger el exceso de agua, pero no te olvides de vaciarlos para que las raíces no estén encharcadas con agua estancada.
Para resolver todos estos problemas de golpe, solo tienes que usar macetas de tela.
RAÍCES ENREDADAS (EL RECIPIENTE ES DEMASIADO PEQUEÑO)
Un cepellón enredado es consecuencia de la limitación espacial. Si tus plantas están creciendo en macetas demasiado pequeñas para su nivel de madurez, las raíces comenzarán a crecer en círculos y acapararán todo el sustrato. Pero, ¿cómo sabes si tu cannabis tiene este problema sin ver las raíces?
Para empezar, notarás un crecimiento más lento o un buen desarrollo que se detiene de pronto. Puede que también veas las raíces asomar por los agujeros de la maceta. Esta es una señal inequívoca de que las raíces están desesperadas por expandirse, pero no tienen sitio. ¡Es hora de usar una más grande! Trasplántalas en macetas de al menos una talla más grande que la anterior, aunque también puedes optar por dos tallas más si tus plantas ya han superado la fase inicial de crecimiento. De esta forma, las raíces tendrán mucho más espacio, lo que permitirá un desarrollo máximo.
Ten cuidado al trasplantarlas, ya que las raíces son muy sensibles y tardarán un tiempo en acostumbrarse a su nuevo hogar. Cuando hayas sacado la planta de la maceta pequeña, deberás aflojar cuidadosamente con los dedos las hebras sueltas del cepellón, para que la raíz pueda crecer libremente. De lo contrario, el trasplante podría ser mucho más traumático.
PROBLEMAS DE PH
Un pH incorrecto es otra causa de varios problemas radiculares. Además, un desequilibrio en el pH también dificulta la absorción de fertilizantes , lo que se traduce en unas plantas enfermas y subdesarrolladas.
Para cultivar en suelo, el pH óptimo es 6,0-7,0, y para cultivos hidropónicos, un poco por debajo, en torno a 5,5-6,5. Asegúrate de que el agua o solución fertilizante tenga siempre el pH adecuado. Compra un medidor o gotas indicadoras de pH. Con correctores de pH podrás conseguir el nivel correcto. Asegúrate de medir el pH después de añadir los fertilizantes al agua.
PUDRICIÓN DE LA RAÍZ
Si las raíces de tu planta de marihuana se están pudriendo, algo que vendrá indicado por un aspecto parduzco y viscoso, podría deberse a varios factores. Un suelo con una textura mala (demasiado compacto y que no drena bien), una maceta sin agujeros, el exceso de riego o una combinación de varios factores pueden dar lugar a los patógenos responsables de la podredumbre de la raíz. Las principales causas suelen ser la falta de oxígeno en la zona de la raíz y el agua estancada.
¿Qué puedes hacer al respecto? Replanta el cannabis en un suelo bien drenado y utiliza macetas de tela en lugar de tiestos de plástico. Y mejora el suelo con bacterias y hongos beneficiosos. Muchos de estos organismos se alimentan de patógenos nocivos, lo que reduce el riesgo de pudrición de la raíz.
TEMPERATURA DEMASIADO ALTA O DEMASIADO BAJA
Si la temperatura en habitación de cultivo es demasiado alta o baja, también puede provocar problemas con las raíces. Las temperaturas excesivamente altas en la zona de la raíz favorecen la aparición de hongos dañinos y otros patógenos.
Lo ideal para el cultivo de cannabis es la temperatura ambiente: unos 21°C. Un par de grados más o menos no supondrá mucha diferencia, pero si la temperatura es mucho más baja o alta, surgirán problemas.
Si cultivas en interior, asegúrate de usar ventiladores para mantener la temperatura a raya. A veces, basta con abrir una puerta o una ventana para crear un ambiente más saludable para las plantas. También puedes instalar un sistema de enfriamiento o calefacción. Y si utilizas luces HPS y el calor es un problema, plantéate pasarte a los LED, que emiten mucho menos calor y son igual de potentes.
PROBLEMAS CON LA TEXTURA DEL SUSTRATO
¿Cómo sabes si tu medio de cultivo es óptimo para el cannabis? Fácil: si el agua tarda mucho en absorberse, no lo es. Aunque el agua tampoco debe traspasar sin más el sustrato, sino que debe ser absorbida rápidamente por el medio. Como ya hemos mencionado, deberá producirse una escorrentía del 25%. Si el porcentaje es mucho menor o mayor, el suelo necesita mejoradores.
El cannabis prefiere un suelo con un buen drenaje donde la humedad no se mantenga demasiado tiempo. Las mezclas comerciales de tierra para marihuana suelen tener una textura ideal, pero no se puede decir lo mismo de los sustratos universales. El drenaje de estos suelos se puede mejorar añadiendo un 5-10% de perlita.
Si tu suelo se seca demasiado rápido, añade vermiculita. Parecida a la perlita, la vermiculita es un mineral tratado con calor que hace que el suelo sea más aireado. Pero en comparación con la perlita, tiene mejor capacidad para almacenar agua. Si tu suelo continúa secándose demasiado rápido, también puedes usar macetas más grandes capaces de alojar más tierra y agua.
RAÍCES DAÑADAS POR EL TRASPLANTE
Tanto si las raíces de tus plantas están enredadas como si no, el trasplante podría causar estragos en el delicado sistema de raíces si no se lleva a cabo de forma correcta. Trasplanta tu cannabis cuando el suelo esté ligeramente húmedo (no empapado), ya que esto ayuda a mantener el cepellón unido.
Cubre la parte superior de la tierra con la mano, gira la maceta vieja y desliza hacia fuera toda la planta con cuidado, ayudándote con la otra mano. Si el cepellón no sale con facilidad, pasa un cuchillo por los laterales interiores del recipiente para liberarlo. ¡No tires de la planta!
PULGONES DE LA RAÍZ
Los pulgones de la raíz, como los ácaros, son conocidos por atacar las plantas de cannabis. Por lo general, se pueden ver en las hojas o, en el caso de las moscas del mantillo, en la tierra, con ayuda de una lupa e incluso a simple vista. Pero tus plantas también pueden ser víctimas de ácaros que se alimentan de las raíces, donde no se ven.
Esto es lo que puedes hacer para controlar los pulgones de la raíz:
- No riegues demasiado. El exceso de riego crea un entorno ideal para estos insectos.
- Utiliza tierra esterilizada.
- Usa trampas adhesivas amarillas para atrapar los pulgones adultos.
- Empapa las raíces de tus plantas con una mezcla de aceite de nim y agua.
- Mata las larvas del suelo con una mezcla de 1 parte de agua oxigenada por cada 4 partes de agua.
- Cubre la superficie del suelo con perlita o arena. Esto evita que los bichos penetren en el suelo.
- Introduce insectos beneficiosos que se alimentan de ácaros, como mariquitas o crisopas verdes.
- Añade nematodos beneficiosos al agua/fertilizante para acabar con las plagas que habitan en las profundidades del suelo.
CONSEJOS PARA UNAS RAÍCES SANAS
Dada su importancia, los problemas relacionados con las raíces (que veremos más adelante) casi siempre causan problemas en otras partes de la planta. Si no se combaten, podría pasar de todo, desde una producción escasa hasta unas plantas gravemente enfermas. Ahora que ya sabemos esto, vamos a ver cómo puedes contribuir a la salud del sistema radicular de tu planta de marihuana.
USA MACETAS DE TELA
Cuando cultivas en tiestos de plástico o arcilla, las raíces se acaban quedando sin espacio. Tras crecer en círculos a lo ancho de la pared interior del recipiente, la raíz pronto ocupará todo el espacio, dejando muy poco para la tierra, que contiene agua y nutrientes. Por lo tanto, el crecimiento se detendrá. Este estado de raíz "anudada" significa que la planta no puede continuar desarrollándose con vigor.
NO FERTILICES LAS PLÁNTULAS DE CANNABIS
Muchos cultivadores de marihuana cometen el error de fertilizar las plántulas. ¡No lo hagas! Estas crías de marihuana crecen mejor sin ningún nutriente adicional durante al menos 2-3 semanas. La fertilización de las plántulas no solo aumenta el riesgo de que se produzcan varios problemas, sino que también limita su desarrollo. Al no alimentarlas al principio, se obliga a las raíces a buscar nutrientes, expandiendo el sistema radicular en el proceso. Si alimentas a tu planta demasiado pronto, no tendrá motivos para desarrollar unas raíces fuertes.
Consejo profesional: la mayoría de mezclas comerciales para cannabis vienen fertilizadas. Aunque es posible germinar y cultivar plántulas en ellas, es mejor usar tierra sin nutrientes. No fertilices hasta varias semanas después de la germinación, cuando las plantas hayan alcanzado al menos 10-15cm de altura. Y cuando empieces a hacerlo, utiliza solo el 50% de lo que recomienda el envase para que tus plantas se vayan acostumbrando a la rutina de fertilización.
UTILIZA MICROORGANISMOS / MICORRIZAS (HONGOS) BENEFICIOSOS
Mejora tu suelo con hongos micorrícicos. Estas formas de vida se adhieren a las raíces de las plantas y aumentan su capacidad para absorber nutrientes a cambio de los azúcares que secretan. Usar micorrizas para potenciar la salud de la raíz es muy fácil: lo único que hay que hacer es añadir los hongos micorrícicos al suelo al comienzo del cultivo.
Además de micorizzas, existen otros tipos de microorganismos que mejoran las condiciones del suelo. Por ejemplo, si cultivas de forma orgánica con tés de compost y otros mejoradores naturales del suelo, crearás el ambiente ideal para que se desarrollen las bacterias beneficiosas, lo que a su vez estimulará el crecimiento del cannabis.
CÓMO CONTRIBUIR A LA SALUD DE LAS RAÍCES: CONCLUSIÓN
Para un desarrollo saludable y vigoroso es importante que las raíces de tus plantas puedan crecer sin impedimentos y con todos los recursos que necesitan. Si todo va bien en la zona de la raíz, ¡te espera una cosecha estupenda!
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